Más de alguna vez nos ha sucedido tener que cruzar la calle por un perro poco amigo que se nos cruza ladrando, enterarnos de historias de perros mordiendo a transeúntes, tener que apurar el paso o acelerar la bicicleta por esos canes que denominamos "vagos" y que mantienen despiertos a distintos grupos de chilenos, unos porque quieren ayudarlos y otros por querer eliminarlos.
Fuente: El Llanquihuano |
Este fenómeno no ha pasado desapercibido, al contrario, muchas fuerzas se han unido para comenzar a mover la rueda de a poco y generar verdaderos cambios en nuestros país para resolver el tema.
Recordemos el inicio, lo que sucedió en el 2006 con la matanza de perros en La Moneda. El hecho, despertó a los movimientos animalistas que por primera vez se agruparon para denunciar y exigir respuestas al gobierno. La presión y la denuncia pública generaron la reacción de los políticos, de la gente común y de los especialistas.
Es un tema complicado porque toca muchas aristas de una compleja situación, abarcando desde la educación social, derechos animales, salud pública, legislación para la tenencia responsable, asesorías y educación por parte de los especialistas. Aquí, los especialistas son quienes se encuentran relacionados tanto a la salud humana como animal... y no olvidar que un rol MUY IMPORTANTE lo juegan los médicos veterinarios.
Hoy la situación ha avanzado, tanto en la conciencia comunitaria, en el inconciente colectivo y en el conciente de los políticos quienes han hecho uno que otro avance en las legislaciones relacionadas.
Fuente: InfoAnimal |
Hace unos pocos días la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de acuerdo que solicita recursos para la creación de perreras municipales con el objetivo de ejecutar programas efectivos de prevención de enfermedades en la población. Normas, leyes, normativas, ordenanzas, normitas que NO GENERAN UNA SOLUCIÓN DURADERA, lamentablemente son sólo la copia felíz de las ordenanzas anteriores, con modificaciones menores.
El proyecto de ley sobre la tenencia responsable de mascotas está en desarrollo y ha sido presentado. Pero en el intertanto siguen las luchas entre quienes quieren defender y quienes quieren eliminar. He encontrado diversas reacciones en las variadas instituciones relacionadas a la tenencia responsable y sigo encontrándome con las polémicas eliminaciones de animales, la última que entró a la Corte de Apelaciones - y que rapidamente salió - en Temuco y lo generado en Coronel. También, lo que se ha discutido ahora último en Santiago: quienes alimentan a los perros vagos podrían ser multados:
No dudo que existan las voluntades, pero me sorprende la falta de apoyo que las instituciones han buscado en los especialistas, en quienes sí están interesados en involucrarse y tratar de generar una respuesta que acomode a los diversos sectores que se encuentran discutiendo el tema.
Me gustaría ver en el futuro Municipalidades que no sólo tengan Ordenanzas Municipales para la eliminación y control de perros, si no que un programa más holístico, que involucre a profesionales del área de la salud (quienes aportan con la visión más clásica del problema) y también a los médicos veterinarios que pueden aportar con una visión más alternativa y que están dispuestos a realizar un cambio. Quisiera ver a una Municipalidad de Valdivia con un médico veterinario - hoy en día carece de una unidad con un profesional del área - a cargo del desarrollo de proyectos relacionados al control de perros vagos, de felinos, de fauna urbana, con énfasis en la EDUCACIÓN - que tan "in vogue" se encuentra hoy en día.
Como país nos ha costado abordar el problema de forma completa y complementaria, pero soy optimista... y espero que haya muchos colegas inquietos invirtiendo tiempo en este tema, así como políticos que deseen abordar el tema de manera informada y una comunidad dispuesta a colaborar en la protección de nuestros animales.
Ése es el futuro al que yo le apuesto todas mis fichas.
A LEER:
- Derechos animales, de la utopía a la acción - por Alejandra Cassino
- Perros vagos en nuestro Chile, una responsabilidad de todos - por Omar González