Siempre se dice que los científicos somos incapaces de contar en una frase lo que hacemos en nuestro proyecto o a lo que se dedica nuestro laboratorio. ¿Es esa incapacidad de comunicarse adecuadamente un impedimento para el desarrollo de la ciencia?.
Muchos expertos así lo creen, y han comenzado desde hace un tiempo la discusión de cómo mejorar la comunicación en la ciencia. Claramente no podemos generalizar, pero muchos investigadores necesitan una ayuda a la hora de las presentaciones, de las entrevistas, de los pósters, para entregar información de una manera simple, clara y directa.
Muchos expertos así lo creen, y han comenzado desde hace un tiempo la discusión de cómo mejorar la comunicación en la ciencia. Claramente no podemos generalizar, pero muchos investigadores necesitan una ayuda a la hora de las presentaciones, de las entrevistas, de los pósters, para entregar información de una manera simple, clara y directa.
Desde enseñar el ramo de periodismo científico en las universidades, hasta clases de cómo hacer una buena presentación como parte de un programa de Ph.D. en ciencias, son parte de las innovadoras ideas que han comenzado a mover los hilos de esta estrecha relación entre comunicación y ciencia.
Se le ha dado mucho énfasis a la comunicación efectiva y también a la comunicación con el público en general no-científico, ya que la sociedad es quien juzga a la larga los desarrollos científicos y son quienes obtienen sus beneficios. Una buena comunicación de la ciencia a nivel de sociedad implica también una mejor comunicación con otros estamentos como los legisladores y políticos, que deben entender lo que los investigadores hacen para apoyar las medidas que benefician a la sociedad a través de la ciencia. Una mala comunicación lleva a una sociedad en pánico, llena de mitos urbanos y temerosa de los mecanismos que llevan a los avances tecnológicos y científicos, y sus resultados.
Suena divertido el que le enseñen a los científicos a hacer una presentación o a contestar una entrevista por televisión, pero son los investigadores bien entrenados quienes son capaces de dar a conocer sus hallazgos y resultados de manera efectiva, llegando a la comunidad de una manera simple. Los científicos han comenzado a valorar cada vez más estas herramientas y están buscando diversas maneras de capacitarse para dar a conocer qué es lo que hacen y cómo lo hacen. Desde programas de televisión, documentales, noticias, programas de radio, hasta las nuevas herramientas como Twitter y Facebook son utilizadas por los científicos y sus grupos (asesorado por periodistas, sicólogos, publicistas y otros profesionales asociados a la comunicación) para transmitir sus trabajos al mundo.
Pero no sólo la comunicación con la comunidad en general, sino que también la comunicación dentro y entre los científicos se ha mejorado. Últimamente, me ha llamado la atención el cómo los laboratorios más innovadores alrededor del mundo son capaces de incluir herramientas en sus grupos de trabajo que les facilitan la vida y les permiten compartir información con otros grupos de científicos, como OpenWetWare o Wiki para poner y compartir sus protocolos, o crear grupos de Facebook para organizar sus “journal club” (para leer un artículo una vez a la semana)... todo sirve en la medida que los usuarios sean capaces de usar de manera efectiva las herramientas.
El uso de los diversos medios para presentar la ciencia a veces no es bienvenido por los científicos más tradicionalistas, pero poco a poco las generaciones se van renovando y la manera de ver la ciencia es más dinámica, pero también más desechable, ya que entra rápidamente a la vista y al análisis social... así como una investigación puede alcanzar la cúspide rápidamente, igual de rápido puede caer si las cosas no se hacen con cautela.
Acá entramos al tema de la ciencia “abierta” o la ciencia disponible a todo el mundo. Hay “pros” y “contras” de ofrecer abiertamente datos y métodos, en un mundo científico que se mide por la cantidad de publicaciones y donde lamentablemente el plagio y el mal uso de los datos han ido en aumento como respuesta a las constantes presiones y a que se ha dejado un poco de lado a la ética standard. Pero más allá de los problemas y las polémicas hay excelentes ejemplos de ciencia abierta, como el proyecto del genoma humano y otros proyectos relacionados a un esfuerzo mancomunado de investigadores para generar información que es útil para todos. El tiempo y la experiencia, creo yo, nos irán dando las respuestas y las guías para una ciencia más efectiva y más productiva.
Esta semana tengo la oportunidad de viajar a Londres a conocer a la gente que tiene blogs científicos en Nature Network, la red social de la revista Nature. El encuentro no es casualidad, ya que existe un sinfin de científicos interesados en el tema de la comunicación y cómo comunicar más efectivamente lo que están haciendo, por esto se ha organizado la reunión: Science Online London
Se tratarán temas de actualidad sobre comunicación científica a través de internet utilizando las diferentes herramientas que están a nuestra disposición, como facebook, twitter, blogs, wikipedia, pero también el cómo y cuándo utilizar estas herramientas, a quién se dirige la información, etc.
No tengo ninguna expectativa y no sé que impresión me llevaré de mis colegas virtuales, pero creo que estas experiencias enriqueceran mi baúl de vivencias. Espero poder contarles y compartir todos los detalles de esta reunión a mi llegada... muy pronto!...