27 de agosto de 2009

Reporte de Science Online en Londres

Hoy día voy a salir un poco de la rutina y les voy contar brevemente sobre una reunión a la cual tuve la oportunidad de asistir hace unos días. Se trata de Science Online London 2009, organizada por la revista Nature donde científicos bloggeros y científicos periodistas de todo el mundo, pero principalmente del Reino Unido, nos reunimos a discutir temas relacionados a la comunicación y la ciencia. Fue muy entretenido poder conocer en vivo y en directo a mis colegas virtuales de la Nature Network donde tengo un blog, en el cual comento sobre mis vivencias como estudiante de Ph.D. y mis dos mundos, Chile y Alemania.
Tuve oportunidad de conocer cómo funciona la revista Nature desde adentro, de conversar con los editores y de visitar un par de museos en una caminata científica por Londres.

Caminata cientifica
 Steffi Suhr, Martin Fenner, Eva Amsen, María José Navarrete, Paolo Viscardi, María del Pilar y Arikia Millikan


También pude conversar con grandes investigadores sobre actualidad científica y sobre la ciencia en internet en una relajada reunión social en Mendeley.
Unconference

El objetivo principal de la reunión del Sábado fue discutir sobre cómo comunicarse mejor entre científicos y con la comunidad a través del uso de herramientas como blogs, twitter, facebook, second life y otras redes sociales. Además, nos dieron a conocer nuevas herramientas que facilitan el trabajo científico en línea a través de programas como
Wave de Google. En las charlas también se trataron temas de ética en los blogs, cómo involucrar a la comunidad en la ciencia en el día a día, qué es un artículo científico hoy en día y los futuros de la ciencia.
Anfiteatro


Mi expositor favorito fue John Gilbey, quien hablo de los posibles escenarios de la ciencia del futuro, en 50 años más. En especulaciones que se asemejan las historias de ciencia ficción, describió 4 escenarios, incluyendo el colapso de la sociedad a raíz de una falla irreparable de internet y cómo los científicos se preparaban para su rescate. Su respuesta a la pregunta: “Existirán las universidades en 50 años más?” - respondió con un - “Existirán, pero en una forma radicalmente distinta a lo que nosotros conocemos. Realidad virtual, para comenzar”.

Esta experiencia me abre los ojos frente a la comunicación científica, pero también me llena de ideas y de proyectos... de las cosas entretenidas que se pueden hacer en Chile y en Latinoamérica... de las múltiples posibilidades y de un interesante futuro para la ciencia online. En resumen, fue una tremenda experiencia!...
  • Más información sobre la reunión:
Gobbledygook (Por Martin Fenner)

20 de agosto de 2009

Sobre la Comunicación y la Ciencia

Siempre se dice que los científicos somos incapaces de contar en una frase lo que hacemos en nuestro proyecto o a lo que se dedica nuestro laboratorio. ¿Es esa incapacidad de comunicarse adecuadamente un impedimento para el desarrollo de la ciencia?.
Muchos expertos así lo creen, y han comenzado desde hace un tiempo la discusión de cómo mejorar la comunicación en la ciencia. Claramente no podemos generalizar, pero muchos investigadores necesitan una ayuda a la hora de las presentaciones, de las entrevistas, de los pósters, para entregar información de una manera simple, clara y directa.

Desde enseñar el ramo de periodismo científico en las universidades, hasta clases de cómo hacer una buena presentación como parte de un programa de Ph.D. en ciencias, son parte de las innovadoras ideas que han comenzado a mover los hilos de esta estrecha relación entre comunicación y ciencia.

Se le ha dado mucho énfasis a la comunicación efectiva y también a la comunicación con el público en general no-científico, ya que la sociedad es quien juzga a la larga los desarrollos científicos y son quienes obtienen sus beneficios. Una buena comunicación de la ciencia a nivel de sociedad implica también una mejor comunicación con otros estamentos como los legisladores y políticos, que deben entender lo que los investigadores hacen para apoyar las medidas que benefician a la sociedad a través de la ciencia. Una mala comunicación lleva a una sociedad en pánico, llena de mitos urbanos y temerosa de los mecanismos que llevan a los avances tecnológicos y científicos, y sus resultados.

Suena divertido el que le enseñen a los científicos a hacer una presentación o a contestar una entrevista por televisión, pero son los investigadores bien entrenados quienes son capaces de dar a conocer sus hallazgos y resultados de manera efectiva, llegando a la comunidad de una manera simple. Los científicos han comenzado a valorar cada vez más estas herramientas y están buscando diversas maneras de capacitarse para dar a conocer qué es lo que hacen y cómo lo hacen. Desde programas de televisión, documentales, noticias, programas de radio, hasta las nuevas herramientas como Twitter y Facebook son utilizadas por los científicos y sus grupos (asesorado por periodistas, sicólogos, publicistas y otros profesionales asociados a la comunicación) para transmitir sus trabajos al mundo.


Pero no sólo la comunicación con la comunidad en general, sino que también la comunicación dentro y entre los científicos se ha mejorado. Últimamente, me ha llamado la atención el cómo los laboratorios más innovadores alrededor del mundo son capaces de incluir herramientas en sus grupos de trabajo que les facilitan la vida y les permiten compartir información con otros grupos de científicos, como OpenWetWare o Wiki para poner y compartir sus protocolos, o crear grupos de Facebook para organizar sus “journal club” (para leer un artículo una vez a la semana)... todo sirve en la medida que los usuarios sean capaces de usar de manera efectiva las herramientas.

El uso de los diversos medios para presentar la ciencia a veces no es bienvenido por los científicos más tradicionalistas, pero poco a poco las generaciones se van renovando y la manera de ver la ciencia es más dinámica, pero también más desechable, ya que entra rápidamente a la vista y al análisis social... así como una investigación puede alcanzar la cúspide rápidamente, igual de rápido puede caer si las cosas no se hacen con cautela.

Acá entramos al tema de la ciencia “abierta” o la ciencia disponible a todo el mundo. Hay “pros” y “contras” de ofrecer abiertamente datos y métodos, en un mundo científico que se mide por la cantidad de publicaciones y donde lamentablemente el plagio y el mal uso de los datos han ido en aumento como respuesta a las constantes presiones y a que se ha dejado un poco de lado a la ética standard. Pero más allá de los problemas y las polémicas hay excelentes ejemplos de ciencia abierta, como el proyecto del genoma humano y otros proyectos relacionados a un esfuerzo mancomunado de investigadores para generar información que es útil para todos. El tiempo y la experiencia, creo yo, nos irán dando las respuestas y las guías para una ciencia más efectiva y más productiva.

Esta semana tengo la oportunidad de viajar a Londres a conocer a la gente que tiene blogs científicos en Nature Network, la red social de la revista Nature. El encuentro no es casualidad, ya que existe un sinfin de científicos interesados en el tema de la comunicación y cómo comunicar más efectivamente lo que están haciendo, por esto se ha organizado la reunión: Science Online London



Se tratarán temas de actualidad sobre comunicación científica a través de internet utilizando las diferentes herramientas que están a nuestra disposición, como facebook, twitter, blogs, wikipedia, pero también el cómo y cuándo utilizar estas herramientas, a quién se dirige la información, etc.

No tengo ninguna expectativa y no sé que impresión me llevaré de mis colegas virtuales, pero creo que estas experiencias enriqueceran mi baúl de vivencias. Espero poder contarles y compartir todos los detalles de esta reunión a mi llegada... muy pronto!...
(Continuará...)

 Preparando la mochila... jejeje!
(Imagen: http://blogtopscience.blogspot.com/2009/06/awesome-illusion-and-more.html)

4 de agosto de 2009

Mi Querido Profesor

No es fácil y no siempre se da como uno espera, la relación doctorante-profesor guía parece simple, pero no lo es... más allá del área (tanto en Medicina Veterinaria como en cualquier otra), siempre nos encontraremos con profesores que son buenos profesores guías y otros que no, así como vemos buenos estudiantes o científicos y su versión no tan prestigiosa.

Para mí, es la esencia de esta relación la que es digna de analizar. Imagínense que si con UN profesor es un tema complejo, con DOS profesores dirigiendo el proyecto de tesis es más entretenido todavía. Y bueno, yo tengo DOS profesores. Tengo un sinfin de historias para contarles, pero esas quedaran en mi archivo más privado, lo que quiero compartir con ustedes es mi visión de esta relación y como yo clasificaría lo que he visto en mi programa y lo que he vivido en carne propia.

Se le asignan muchos nombres a la persona quién dirigirá la tesis de un estudiante – y también el desempeño– durante el doctorado: mentor, guía, supervisor, director, consejero, profesor principal, etc. Acá en Alemania se les llama: “Doktorvater” o “Doktormutter”, lo que se traduce literalmente a “Padre” o “Madre” del doctorado. Me llama la atención el nombre en alemán, pero no puede ser más acertado ya que esa es la función final que el profesor cumple – o debería cumplir – en esta experiencia, el que te educa y se preocupa de tu investigación, el guía máximo de tu tesis.

Cuando un estudiante empieza un postgrado jamás cuestiona la relación que comienza con su profesor y que se desarrollará en los próximos 3, 4, 5 o más años, y que es muy particular. El papel del guía se remonta al sistema educativo básico y de origen muy antiguo, cuando se hablaba de “maestro” y “aprendiz”. Yo he conocido verdaderos “maestros”, esos que tienen como propósito formar científicos mejores que ellos mismos, que los superen y que signifiquen un progreso en su formación. He visto “maestros” que disfrutan de las horas de discución con sus alumnos sobre ciencia pero también sobre otros temas, que son capaces de compartir un buen lomito y una cerveza sin estrés, que dan consejos adecuados y que están al tanto de los temas científicos y personales de cada uno de sus alumnos, los estimulan a desarrollar sus investigaciones y les entregan nuevos desafíos. Son difíciles de encontrar pero los hay y tengo un ejemplos muy cercanos. No por ser un buen “maestro” se deja de lado la disciplina o la exigencia, pero a mi modo de ver es un acercamiento más completo, más holístico.

Pero también he conocido profesores que no tienen mucha pasta de “maestro”, o quizás no tienen interés ni ganas en serlo. Acá entran aquellos profesores guías que luego de dos años te vuelven a preguntar – “Cuál era el tema de tu tesis?”, y no es falta de interés, si no que es el orden de la prioridades el que está en juego.

Otro grupo son aquellos que creen en la independencia absoluta del científico junior y a la hora de las preguntas y respuestas llega el comentario de – “Yo hice mi tesis sin ayuda, en el extranjero, y yo tenía cuatro hijos y una beca la mitad que la tuya... y pude sin problemas, tú puedes solo también”.

Están también aquellos que establecen una relación cercana a la esclavitud porque necesitaban tener mano de obra barata y calificada, el cual exige productividad, resultados positivos y sólo análisis tras análisis, dejando de lado todo el resto del desarrollo del científico en entrenamiento y restringiendo su vida social a un mínimo, algunos comentarios que se pueden escuchar son – “Vacaciones?. Si te vas de vacaciones llévate el(los) artículo(s) que estamos corrigiendo, porque ya sabes que vacaciones en este instituto significan trabajar en un lugar físico distinto, uh?” – acompañado de un – “Cuando yo era estudiante NUNCA me tomé vacaciones” –.

Yo creo que podría seguir clasificando mil grupos más de personalidades de profesores guía que he conocido, pero no es el caso... Lo más importante es mantener una relación sana y constructiva con el profesor guía.

Les puedo contar que más allá de los buenos o malos ratos que hemos pasado juntos con mis profesores, me he dado cuenta de cómo han pasado los años y cómo hemos madurado, cómo las aristas se han ido puliendo y cómo el grado de entendimiento está positivamente correlacionado a mi edad y experiencia.

Mis consejos son que siempre sean honestos y directos, aunque cueste hablar las cosas por su nombre les alivianará la carga y les evitará muchos problemas. Compartan, en la medida que se pueda, sus vidas personales con sus profesores, que ellos sepan sus aspiraciones y lo que quieren hacer en el futuro porque ellos pasarán a formar parte del pasado pero pueden serles muy útiles para la búsqueda de un trabajo o una potencial colaboración. Si las relaciones no funcionan de lo mejor, les aconsejo que busquen ayuda con otros profesores o con sus colegas.

A los que van a empezar sus programas de postgrado, os saludo!