14 de julio de 2009

Los Grados Celsius de Más que Hacen la Diferencia…

El cambio climático y sus consecuencias nos siguen en las noticias, en los documentales, en los diarios y en la vida del día a día. No hay vuelta atrás. Con las noticias actuales de la reunión G8 en Italia y los acuerdos (o desacuerdos) que se están gestionando, no me queda más que preguntarme qué rol jugamos nosotros como ciudadanos, en nuestro rol profesional (en mi caso como veterinaria y científica) y con nuestras redes sociales.

Los grados Celsius de más son un tema complejo, donde la política y las ciencias (tanto sociales como naturales) se entremezclan y confunden, donde se llama a los grandes líderes a hacer algo por los países más pobres, donde se les pide a los países industrializados que tomen conciencia de los gastos energéticos y de los efectos negativos que producen impacto en el mundo entero, cuando hay grandes intereses políticos y económicos detrás. Es complicado porque hay que desentrañar la maraña de interpretaciones y opiniones para obtener información adecuada y generar un juicio. No es fácil el tema, porque toca sensibilidades y porque a veces se le da un giro inapropiado. Ahora es quizás el momento más adecuado para tomar un poco más de conciencia sobre los fenómenos que afectan a nuestro mundo, más allá de si el origen o la causa depende o no del ser humano, porque conlleva a cambios profundos a nivel social y ecológico, que también nos afectan.

El objetivo de reuniones como G8, es acordar medidas y soluciones políticas coordinadas en diversos temas, entre ellos destaca el cambio climático. Más de 100 países tienen como meta implementar medidas que aseguren que en promedio la temperatura global no aumente más de 2°C. Estos 2°C son el límite, y aunque parezca muy poco, esos grados marcan la diferencia. El cambio climático está generando efectos en el mundo, afectando a todos los países y comunidades, con consecuencias más dramáticas en los países más pobres que son más vulnerables. Los efectos del cambio climático en las comunidades no están equilibrados y es por eso que se ha comenzado a hablar de la urgencia en la asignación de recursos para su adaptaciónal cambio y para aliviar la pobreza.

Estudios de cómo el cambio climático a afectado durante la última década revelan datos bastante desalentadores sobre el desplazamiento de las personas, los desastres naturales asociados, los riesgos de ciertas comuniades frente a los cambios en los suministros de agua o los efectos en los cultivos, entre otros.

La necesidad de una mejor organización a nivel mundial es clara, pero hay falta de “voluntad política” y de un liderazgo. Falta organización a nivel de gobierno en los países más vulnerables, pero también a nivel comunitario, lo que lleva finalmente a problemas de base como la educación, la pobreza, el aislamiento.

Si bien la mayoría de los comentarios de este fenómeno son negativos, hay un lado positivo de la historia que podemos controlar... nuestra propia inquietud por hacer algo, por contribuir a que los impactos no sean tan drámaticos. Los científicos tenemos herramientas que pueden beneficiar áreas específicamente relacionadas a este tema y que pueden ser muy variadas. Desde agrónomos o veterinarios, hasta economistas y antropólogos... todos entregan conocimientos, y a través de los estudios en estos diversos campos se puede avanzar en la generación de soluciones.

Que el tema del cambio climático y sus efectos nos lleve a buscar soluciones, simples o complejas... no importa, pero que nos lleve a reflexionar un poco más, y quizás esta reflexión nos mueve a reorientar nuestra ciencia, nuestro enfoque, nuestra visión, o simplemente nos lleve a discutir más informados con nuestros colegas o nuestras familias.


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Más información:
Informe de Oxfam
Noticias: 1 y 2

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